A TOMAR VIENTO

- Hola, guapa! – dijo él, descaradamente atrayente, muy seguro de sí.
- Hola! – respondió ella fríamente.
- Qué maneras! ¿De dónde vienes? –  confiado en su cálida fortaleza.
- Del norte – resopló – Tras una violenta pausa, lanzó súbitamente: ¿Y tú?.
- Del levante – acariciando suavemente las palabras.
- Ya te veo. Vienes cargado de calor. –afinó irónicamente.
- No sabes cuánto - él sonrió intensamente, seguro de una conquista que presumía corta.
- ¿Cómo te llamas, guapo? –sospechando su identidad.
- Llebeig.

- Interesante, muy interesante! Curioso nombre. ¿Puedo besarte? –ella se acercaba a él, tomando la iniciativa, mirándole a la boca por donde salía ese cálido y fuerte aire que parecía removerla.
Se besaron apasionadamente. En apenas unos minutos, se pusieron a cien por hora. Y curiosamente la temperatura comenzó a descender.
Él se apartó de ella, bruscamente. No sabía su nombre. Se lo preguntó.
- Galerna

- A tomar viento, nena!

Comentarios

Entradas populares de este blog

CANAS AL VIENTO

ADOLESCENCIA: ÁNGEL CAÍDO